"Volver a conectarnos desde la vulnerabilidad nos invita a la suficiencia"
Vivimos en un mundo en el cual es cada vez más fácil comunicarnos, pero siento que vivimos cada vez más solos. Siento que existe una ilusión de perfeccionismo que está cada vez más presente y nos aleja de los demás. Las vidas de otros en redes sociales parecen perfectas. Los trabajos de los demás en LinkedIn parecen increíbles. Es bien fácil publicar al mundo las cosas buenas de nuestras vidas y de nuestro trabajo, pero creo que necesitamos volver a comunicarnos también desde la vulnerabilidad, desde lo que nos cuesta.
Siguiendo esa línea, quiero invitarlos a reflexionar respecto a un tema que he escuchado muchas veces en conversaciones de coaching, y que yo mismo he experimentado en varias oportunidades, que es el tema de la suficiencia. Y tal como solemos hacer los coaches, tengo más preguntas que respuestas, pero espero que con estas líneas puedan ustedes mismos hacerse preguntas y buscar sus respuestas.
Algo que me ha marcado teniendo conversaciones de coaching es lo frecuente que surgen temas relacionados con la insuficiencia. En su mayoría las personas con las que hablo son profesionales talentosos y probablemente con publicaciones preciosas en redes sociales. Pero en el contexto de una conversación de coaching algunos comentan que sienten que tienen poco mérito para estar donde están o poca experiencia para el cargo que tienen, otros piensan que el pedir ayuda es molestar a otro o que en la vida no hay espacio para el error, o que no pueden fallar, incluso algunos hacen solo lo que saben de antemano que van a hacer bien, otros piensan que siempre se puede hacer más o mejor, que las personas tienen valor solo si son perfectas y fuertes, otras están muy preocupadas de lo que pensarán los demás y otros que cumplir las metas no es suficiente.
¿Se sienten identificados con algunas de estas creencias? ¿Cuáles son las creencias o juicios personales que agregarían?
Me surge la pregunta, ¿cuándo es suficiente? ¿Necesitamos ser perfectos para ser suficiente? ¿Necesitamos saberlo todo para ser suficiente? ¿No equivocarnos? ¿O, nunca seremos suficiente, porque siempre se puede lograr más y superar las metas? ¿Cuál es el equilibrio entre sentirse suficiente y tener ambición?
Lo que encuentro increíble de las conversaciones de coaching sinceras, es que, por mi lado, generalmente me siento muy identificado con la gran mayoría de estas cosas conversadas, y me doy cuenta que no estoy solo, estamos todos en un camino de aprendizaje similar, cada uno con sus desafíos propios, pero al fin y al cabo cada uno con desafíos.
¿Cuáles serán los costos de todas estas creencias? ¿Cuál es el costo a nivel personal y profesional? Creo que los costos son muchos, ya sea emociones de inseguridad, duda, sentirnos presionados, sentir miedo, incluso pánico, angustia, o costos como no atrevernos, también emociones de frustración o el peso que genera querer tenerlo todo bajo control o siempre estar preocupado de qué pensaran los demás, por nombrar algunos. De hecho, Brené Brown, investigadora de la Universidad de Houston experta en vulnerabilidad, comenta que la insuficiencia impide que exista vulnerabilidad, si no nos sentimos suficientes nos apagamos, sentimos vergüenza, queremos escondernos lo cual refuerza la insuficiencia. Sin embargo, en sus investigaciones, ha descubierto que la vulnerabilidad es donde nace el amor, la sensación de pertenencia, la alegría, la empatía, la creatividad y la innovación. Amar nos hace vulnerables. Y en un contexto laboral, crear e innovar nos hace vulnerables. ¿Cómo hacemos entonces para recuperar la vulnerabilidad, avanzar hacia la suficiencia y desafiar las creencias que ya no nos están sirviendo?
Creo que un primer paso es volver a conectarnos y comunicarnos sinceramente, no desde la perfección, sino que desde la vulnerabilidad. Avanzar en generar un mundo, en el cual no exista la necesidad de esforzarnos por mostrar a los demás que nuestras vidas son perfectas, sino todo lo contrario. Un mundo en el cual tengamos instancias en las que podamos compartir lo que nos cuesta, nuestros dolores y nuestros temores. Un mundo donde podamos apoyarnos mutuamente, volver a conectarnos y sentir que no estamos solos en este viaje. Creo que esto nos regalaría muchas cosas.
Volver a conectarnos desde la vulnerabilidad nos regalaría la posibilidad de aceptar que equivocarse es parte de la vida. Y aceptar esto nos abre la posibilidad de probar nuevos caminos, nuevas formas de hacer las cosas, y por ende nos abre a la innovación y deja fluir la creatividad.
Volver a conectarnos desde la vulnerabilidad también nos permitiría hacer la potente declaración de ignorancia; el reconocer que no sé algo. Reconocer que no sabemos algo es el primer paso para aprender y nos permite tener el coraje de pedir ayuda y así facilitar nuestro aprendizaje.
Volver a conectarnos desde la vulnerabilidad nos permite recordar que lo que aparece en las redes sociales no es el estándar bajo el cual medir nuestras vidas, ya sean personales o profesionales.
Volver a conectarnos desde la vulnerabilidad nos regalaría el dejar de compararnos con los demás y reconocer que nuestro camino es único.
Volver a conectarnos desde la vulnerabilidad nos invita a la suficiencia, nos abre los ojos para descubrir que cada uno de nosotros tiene desafíos personales. El tener problemas, no me hace ser un bicho raro, sino que simplemente un ser humano.
Volver a conectarnos desde la vulnerabilidad nos permite vernos como un regalo para el mundo, un regalo que no tiene que ser perfecto para poder ser un aporte. E incluso, a veces nuestra imperfección es el gran regalo para otros, dejándoles el espacio para ser suficientes en su imperfección y recordándoles que estamos todos en este camino de aprendizaje continuo que llamamos vida.
El volver a conectarnos desde la vulnerabilidad nos permitiría tener el coraje para ser imperfectos y suficientes.
Los dejo con unas preguntas: ¿Qué cosas concretas piensan que pueden hacer para volver a conectarse desde la vulnerabilidad, tanto en su vida personal como en su vida laboral? ¿Cómo se sentiría volver a conectarnos?
Den Paccot
Coach ontológico formado en Newfield Network y coach organizacional formado en Liedtke Coaching School. Ingeniero Civil Industrial de la Universidad Católica de Chile. Ex gerente general de Austral Suites, y actualmente consultor de metodología OKR y de procesos. Den vive en Chile donde disfruta sus hobbies siendo piloto privado, fotógrafo aficionado y compositor de música, entre otras cosas.
Comments